Testimonio de alumna Violeta

Empecé en PyC cuando quedé embarazada a principios de este año. Estaba buscando un espacio donde frenar por un rato lo cotidiano, y conectarme con este momento tan especial que es sentir crecer un ser dentro tuyo. Encontré mucho más que eso. Las clases comienzan con un “¿cómo estás hoy?” a cada una de las alumnas. Hay una escucha atenta, una mirada profunda sobre cada uno. Se percibe el compromiso y la seriedad en el trabajo, sin descuidar la calidez y el humor. Si bien hay un patrón que se repite, cada clase es única.
Gracias!
Violeta